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jueves, 30 de mayo de 2013

Erupciones del sol


A mediados de mayo, el sor registró tres erupciones en menos de 24 horas como parte de la tormenta solar más poderosa en lo que va de año
Dos de las tres llamaradas solares recientes se han relacionado con explosiones gigantescas, llamadas eyecciones de masa coronal, que lanzaron al espacio material a muy alta temperatura y a millones de kilómetros por hora.
La mancha solar donde ocurren estas erupciones todavía no encara la Tierra, y los fenómenos fueron captados en cámara por el Observatorio de Dinámica Solar de la agencia espacial estadounidense NASA.
 
 
¿A que es una belleza?...como una lucha de titanes cruzando las armas de su valor e inteligencia
A veces me parece que así es con frecuencia el cerebro humano, una lucha continua entre el bien y el mal, llamaradas de ideas, ilusiones y frustraciones en perpetuo duelo
 

miércoles, 29 de mayo de 2013

Tranquilidad entre las prisas

Ufff...¡una eternidad sin estar por aquí!,  entro con los minutos contados y no me da tiempo a comentar todo lo que has dejado Kero. Además se que durante un tiempo no estarás operativo e intentaré hacer un esfuerzo y pasar por aquí más a menudo, aunque sea para que esta tierra no se vea baldía
Con un día ajetreado por delante, hoy necesito algo alegre, y no se me ocurre más que pensar en mis hijas y mi nieta que no les gusta que se publiquen fotos de ellas, pero son el motor de mi vida y  estoy muy agradecida por como son
De los que sí puedo poder fotos y quiero hacerlo, es de estos tres pequeños personajes que a veces me complican la vida, pero también me la alegran. De los que aprendo muchas cosas y entiendo que con sus comportamientos me demuestran lo mucho que tendríamos que aprender de ellos los llamados humanos.
Pues mi homenaje para nuestras mascotas y amigos, y aquí están Riu, Trosky y Surf
 
 (Ojalá todos los niños pudieran dormir con esa tranquilidad y esa confianza) 

jueves, 23 de mayo de 2013

Salvemos Galicia...

Hay muchos tipos de minería. Desde esta petición queremos impedir que se aprueben proyectos de megaminería contaminante que destrozan grandes extensiones de tierra y que usan sustancias como el cianuro para extraer el mineral con grave riesgo para medio ambiente y población. Por otra parte, se denuncia que precisamente no se está cumpliendo la ley: los informes de impacto ambiental no son adecuados y no se están exigiendo avales y seguros para cubrir posibles daños.





El vídeo resume de forma sencilla el contenido de decenas de informes científicos sobre las futuras consecuencias de la mina de Corcoesto y las evidencias contrastables de las consecuencias en el entorno y la población de proyectos de megaminería similares en el resto del mundo. Solo tienes que buscar la información. Demagogia es hablar de unos pocos puestos de trabajo para justificar la destrucción del medio ambiente y de la salud de las personas.

Firma la peticion en : : http://change.org/salvemosgalicia

lunes, 20 de mayo de 2013

María y Amaranta..

 
 



MARÍA Y AMARANTA (R. García)

Sobre el cristal despacio con deleite,
temblando de un placer desconocido,
llenas de vida hermosas y brillantes,
Se juntaron dos gotas de rocío.

Y dos estrellas aun más lentamente,
tomándose en los brazos de sus rayos,
se aproximaron en el firmamento
y en una sola estrella se integraron.

Ojos azules, oro en sus cabellos, María,
la piel del sol tostada levemente,
maneras dulces y carácter suave,
delgada esbelta, casi adolescente,
andares sueltos y mirada grave.

De pelo y ojos como el azabache, Amaranta,
de formas mórbidas, redondeadas,
la piel del blanco y rosa de una flor,
naturaleza tan apasionada
que arde en el fuego de su mucho amor.

Sacerdotisas de algún paraiso
que no alcanzamos todos los mortales,
se sumergieron en una liturgia
de mil caricias casi celestiales.
Y en la fascinacion irresistible
que las atrajo desde que se vieron,
como dos gotas, como dos estrellas,
María y Amaranta se fundieron.

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(hubo una vez..
un foro lejano..
lleno de cosas hermosas)

Un bostezo o un par de ellos..


Como representó Woody Allen en Zelig, la ropa que elegimos, los sitios y personas que frecuentamos, los discos que escuchamos, en fin, las mentiras que contamos proyectan la imagen que nos conviene; una máscara, tirana por biológica, detrás de la que se esconde la persona, a la que acaso se conozca por sus actos o por su apatía. Cuando nos referimos al “niño que todos llevamos dentro” nos referimos a nosotros mismos, al caprichoso, al que recela del otro porque parece limitar sus posibilidades; también al soñador, al utópico, al que le gustaría ser de una manera y es de otra, al que vive escondido tras la máscara de lo superficial.

Alguien escribió que el cuerpo es la máscara que nos contiene. Y no dejará de sorprenderme la obra musical de tipos duros como el músico de jazz Ben Webster, capaz de soltar un puñetazo a la cara de cualquiera antes o después de acariciar los corazones con ese sonido rotundo pero suave de su saxo tenor. Cuentan que no había cosa peor que hacer despertar a Ben Webster. Cuando los músicos de la banda acudían a casa de su madre para recogerle camino de una actuación, sólo ella podía subir a llamar a su habitación. Y todo ello con sumo cuidado, porque lo que éste hacía nada más ser sacado de su sueño era intentar golpear a quien lo hacía. Luego, sobre el escenario, el equilibrio entre la vigilia y el sueño se hacía música.
Aquí su versión de la bella "Stormy Weather"..("Tiempo Tormentoso"..algunas veces).

Poema a un viejo poeta del Perú..

"YO QUIERO LEER TUS BORRADORES SECRETOS

MÁS SUCIOS,

TU ESPERANZA,

EN SU MÁS OBSCENA MAGNIFICENCIA,

OH DIOS"

(Allen Ginsberg)





domingo, 19 de mayo de 2013

Verdes São Os Campos..

Hace unos pocos de años por el mes de Abril..en un emotivo y merecido homenaje en la televisión de Galicia al canta-autor luso "Zeca" Afonso..esta es una de las actuaciones..la de nuestra entrañable UXIA..interpretando eso hermoso poema del gran poeta portugues..Luis de Camoes y musicado por el propio "Zeca" ..
Portugal y Galiza siempre hermanadas..



SEMPRE
ABRIL
SEMPRE

Lo más lacerante...

"Lo mejor del sistema público de salud ya está detrás, no en el futuro"
(Joaquín Estefanía)


Después de tantos ajustes, sus secuelas llegan a ras de suelo. Casos lacerantes que dejan de ser particulares y se convierten en categorías. La salud es lo primero en la sensibilidad de los ciudadanos, por lo que aumenta, con desesperanza, la sensación de que lo mejor de un modelo de sanidad pública que fue calificado como de los mejores del mundo ya está detrás de nosotros y no delante. La verificación de que poco a poco se lo están cargando. Un día, el edificio se derrumba.

Quizá la peor de todas las barbaridades que lleva perpetrando el PP desde que llegó al poder ha sido la jubilación de centenares de médicos en la Comunidad de Madrid al cumplir los 65 años. Además de las formas despiadadas de comunicárselo, con ellos no se ha cumplido lo que tan sensatamente demandaba el doctor Jesús Villar en estas mismas páginas: “En EE UU, ninguna empresa que se precie puede permitirse el lujo de desprenderse del talento de sus trabajadores”.
El problema principal no está en la situación personal de esos médicos, con lo que ello supone, sino en la de sus pacientes, considerados como clientes, como consumidores. En un contexto dominado por el afán privatizador de la sanidad pública en la Comunidad de Madrid, al que se opone manifiestamente la mayoría de la población, la jubilación de algunos de sus mejores doctores va a significar, por una parte, la multiplicación de las listas de espera y la inseguridad de los pacientes tratados y, por la otra, la inmediata traslación de algunos de los talentos marginados a la sanidad
privada. Con lo que se cierra el círculo: primero la gestión económica, luego el tratamiento profesional. Operación ideológica obtenida.

        Diego Martinez considerado el mejor joven fisico europeo


Algo semejante estamos viviendo en el mundo de la investigación. Los últimos días son pródigos en ejemplos de jóvenes investigadores que son despedidos de sus puestos de trabajo en España, o no contratados a través del sistema de becas, por lo que han de ejercer fuera. Al explicar su caso (se le ha denegado una beca Ramón y Cajal), Diego Martínez, de 30 años, considerado el mejor físico europeo joven por la Sociedad Europea de Física, decía: en una economía global, un país puede tener tres cosas: o recursos naturales (que no es el caso de España), o gente capacitada con un nivel educativo alto y una industria que pueda generar valor añadido, o mano de obra barata.

La devaluación interna que está haciendo mella en este país ha optado por aumentar la competitividad del mismo a través de salarios baratos y fuerte desempleo. La productividad del capital no solo no crece, sino que disminuye. ¿Cuándo se va a poner encima la reforma laboral que se necesita para invertir en innovación, en investigación, en formación, en educación, en políticas activas del mercado de trabajo, en dotación de capital...? Para evitar que España devenga en el paraíso de las jubilaciones inconvenientes y, al tiempo, del precariado.

sábado, 18 de mayo de 2013

Hace mil años..

Al hilo de la brillante entrada anterior de mi colega de blog, Volvoreta..quisera compartir con vosotros esta cancion que escribi hace mil años..y que  habla de uno de esos tantos miedos..del luchar...de la autoestima..y del AMOR a la vida y la gente..
Un saludo cordial a tod@s
Kero


                                          Te quise querer



"Más allá de las sombras"

Sabía que en aquel juego..
no podía seguir más..
no podía seguir más..
jugando sin arriesgar..

Sabía que en aquel viaje..
no podría nunca llegar..
no podría nunca llegar..
mirando siempre hacia atrás..

Se arrepintió mil veces..
inesperada nostalgia..
en un tiempo aun cercano..
de lágrimas y escarcha..

Pero entonces recordó..
todo el gris de aquellos días..
un furtivo desamor..
triste vals de cosas rotas..

Siguió adelante / con sus dudas
Halló la calma / lejos del miedo
y el sentido / de sus pasos

Más allá de las sombras

Fué reencontrando / palabras
que olvidara / y llenando vacios
en su ilusión / maltrecha

Más allá de las sombras

Fué rescatando / caricias
amor sincero / sin traiciones
ni lazos / de amargura

Más allá de las sombras..
más allá de las sombras..

(Hace mucho tiempo)
Jm-K

Los miedos de todos


 
Uno piensa que no tiene miedo y así vive sorteando piedras, tormentas de hierro fundido
Y un día ya no puede más con la carga y decide que no va a optar por desparecer. Entonces apuesta por la vida y empieza a empaparse de autoestima, de amistad y de poesía
Encuentra fuerzas para romper las cadenas y corre, corre llevando tras de sí el cordón umbilical que arrastra toda su vida
Y subido en la nube de la esperanza, esa persona teje y teje una especie de tela de araña llamada vida familiar
Es frágil, con frecuencia se desgarra y hay que volver a repararla; con amor…y también con lágrimas pero las lágrimas se acaban…y afortunadamente queda el amor
La pesadilla se eterniza y lágrimas, esta vez de letras van cayendo sobre un cuaderno
Te armas de fuerza, de resistencia, de determinación. Y comienza un camino a cámara lenta hacia un horizonte sin nombre
Y el tiempo pasa. Mueres una y otra vez. El dolor de los que amas se multiplica hasta el infinito y te vas llenando de cicatrices que aprendes a querer (aceptación)
Y vas doblegando el miedo, a veces hasta curando heridas cercanas…a veces hasta encontrando paz…
No hay vuelta atrás….y ese horizonte está lleno de incógnitas. Pero ya el miedo ha perdido poder. Y lo único que puede hacer el tiempo es robarte fuerzas. Pero lo que no conseguirá es que dejes de luchar
Cada día es un quizás, y tal vez una sonrisa; y si llega, es un gran día, un momento especial
Y el siguiente paso es que haya otro momento, otra risa, otro abrazo, que nos anime a desear vivir. Y a que el miedo no impida cerrar heridas

 

miércoles, 15 de mayo de 2013

Gabriela Massuh‏...

Precisamente en la misiva que me enviaba mi amiga Nita ayer..hacia referencia a esta escritora argentina hija de un amigo de su padre..Dr. en filosofia y letras además de embajador en la Unesco..y que falleció en un tiempo muy cercano al del padre de mi estimada amiga..



"Desarmar la casa luego de que los padres murieron"

La autora –hija única, además de escritora y editora– da nuevos significados a su historia a medida que enfrenta los recuerdos del hogar familiar. Cómo continúa la vida al quedarnos sin el resguardo y el afecto de nuestros mayores.


POR Gabriela Massuh







Mis padres tuvieron la deferencia, o la desfachatez, de morirse en el mismo año, con cinco semanas de diferencia. Me tocó a mí desarmar el departamento, abrir esos cajones que nadie parecía haber abierto desde hacía treinta años. Pensé que nunca podría hacerlo, hay que tener mucha cintura para encontrarse con las pertenencias de los seres queridos cuando ya no están.

Un papelito con números de teléfono, una agenda con listas de compras del supermercado, un juego de naipes o una boleta vieja del gas pueden convertirse en armas de destrucción masiva cuando no se está preparado para encontrarlas. Cada objeto tiene el poder brutal de hacernos asomar, por última vez, al empecinamiento, la soledad, la obsesión, la pertinacia o la meticulosidad de la persona que se fue; una ráfaga implacable que la trae de vuelta de cuerpo entero: allí sigue estando cuando ya no está.

Yo no podía evadirme, mi condición de hija única me condenaba irremediablemente a encontrarme con esas nimiedades que son el testimonio más feroz de la impiedad del paso del tiempo. Finalmente a punto de claudicar después de abrir el primer cajón, recordé un cuento de John Berger.

La idea de la muerte de mis padres empezó a preocuparme a la edad de cinco o seis años. Habíamos viajado a Alemania, donde mi padre tenía la intención de perfeccionar sus estudios de filosofía . Aquella era una Alemania anterior al milagro económico, sin vidrieras con marcas conocidas, cuyo paisaje urbano era interrumpido por grandes baldíos de los que en voz baja se decía: “Allí cayó una bomba” . La asociación entre bomba y terreno baldío prevaleció hasta mucho tiempo después de que regresáramos a la Argentina; será por eso que hasta hoy para mí los baldíos tienen algo de siniestro.

En esa Alemania todavía predominaban usanzas anteriores a la Guerra o directamente provocadas por ella. Todo el mundo vivía con lo puesto y contaba el centavo. Una lata de Nescafé era un lujo asiático y a nosotros –mi padre se había comprado un Opel Olimpia usado– se nos veía como a potentados un poco salvajes, malcriados y dispendiosos. Durante las primeras semanas en Murnau, donde mis padres aprendían alemán en el Instituto Goethe, yo pasaba las mañanas en el aula de un colegio ubicado entre la iglesia del pueblo y el cementerio. No entendía nada de lo que se decía.

Mis compañeros no usaban cuadernos, sino una pequeña pizarra sobre la que escribían con un puntero de tiza; no llevaban sus útiles en una valija, sino en una mochila de cuero que mi madre se negó a comprarme por considerar que me podía dañar la espalda. Antes de comenzar las clases se rezaba en la iglesia y yo, criada en una familia estrictamente agnóstica, no sabía cómo juntar las manos.

Todas las mañanas mi madre me acompañaba hasta la escuela. No me dejaba en la puerta, sino allí donde, en un recodo, se abría el primer peldaño de una empinada escalera de piedra por la que se ascendía unos 200 metros entre arbustos de bellotas coloradas hasta el patio de la iglesia. Una mañana me encontré con las puertas cerradas. Di unas vueltas por el jardín del cementerio; el terror de no saber qué hacer me hacía volver siempre al rellano de la puerta. Tal vez grité, porque apareció una mujer por cuyas enfáticas señas interpreté que por alguna razón era feriado.

Podría haberme quedado allí a esperar que me vinieran a buscar, pero la idea de permanecer bajo el frío gélido de esa mañana de diciembre me espantaba. De modo que corrí escaleras abajo y empecé a remontar, sin aliento, la calle por la que mi madre se había alejado. No sabía hacia dónde corría, pero detrás de ese túnel de árboles raquíticos, detrás de la acechanza de una intemperie sólo entrevista en la inquietud de aquellas primeras noches de insomnio , suponía yo, encontraría a mi madre. Y así fue. Como si me hubiera escuchado de lejos, ella también corría hacia mí.

Con el tiempo, el miedo a quedarme sola cedió o se asordinó detrás de las palabras extranjeras que iba haciendo propias y me abrían un sentido y un mundo plasmados en los recovecos de mi memoria como un tiempo tan verde como el del edén.






El miedo a la orfandad renació durante la pubertad y, con él, una tendencia a la tartamudez que ya había asomado incipientemente en la época en la que aprendía a hablar. Será que frente a los miedos una se queda sin palabras; o bien, que las palabras dan miedo porque siempre terminan por esconder su verdadero sentido. Por eso, crecer fue siempre aprender a hablar y, luego, aprender a que se me entendiera más allá de los endogámicos gestos y sobreentendidos establecidos entre la trinidad familiar en mis épocas de persona adulta.

Me fui de la casa de mis padres cuando terminé los estudios, bien lejos, expulsada por el país que, como tantas veces, no daba para más. Pero los hijos únicos nunca se van realmente. Entre ellos y los padres hay un lazo indisoluble, casi atávico, la mágica atracción del número tres, fuera de él nada está completo, nada se cierra ni es definitivo. Todo vuelve al número tres por más que el tiempo pase y se simule vivir la vida.

Murieron en el 2008, año en el que publiqué mi primera novela que ninguno de los dos pudo leer . Mi madre, porque un tumor en el lóbulo frontal la había convertido en una criatura desvalida que buscaba enhebrar palabras detrás de una sonrisa que partía el alma. Mi padre, porque un hastío de décadas le inhibió las ganas de seguir viviendo y había comenzado a deslizarse por una pendiente de progresiva debilidad de la que sólo salía para pedir, siempre con el mismo gesto de cabeza, que lo dejaran en paz.

Durante meses yo había entrado como un fantasma en ese departamento penumbroso, sin dejar rastros, sin que se notaran mis ganas de salir corriendo, sin moverme demasiado por temor a deshacer la superficie quebradiza que tiene la vida cuando los que una quiere se están muriendo. Los hechos, mientras se viven y aparecen sin prevención, no parecen tan dramáticos; a veces pienso que son más terribles en la mirada retrospectiva o al darles forma en palabras, porque cada minuto de pena trae su alivio, cada dolor su paliativo y cada tragedia su farsa. Por ejemplo, aprendí que lugares comunes como “no somos nada” o “mañana será otro día” revelan, detrás de su cuota de banalidad, la fruición de un súbito consuelo porque pertenecen a esos pequeños rituales que logran suspender el tiempo y señalar una pertenencia.

De sus varias estancias en el exterior mis padres habían acumulado muchos más objetos de los que cabían en los 117 metros cuadrados del departamento de la plaza Vicente López. Siempre habían querido mudarse, pero el momento nunca llegó, de modo que roperos y placares rebalsaban de seis décadas de matrimonio a los que se agregaba, luego lo descubrí, mi propia infancia.

Me tocó levantarlo, deshacer sus vidas y parte de la mía; la que fue y la que podría haber sido. El hecho de abrir cajones llenos de objetos que acaban de perder su razón de ser es una de las experiencias más radicales de la devastación ; peor cuando se es hija única. Los objetos que un muerto guardaba en un ropero, un botiquín, una biblioteca o una alacena acaparan, uno a uno, la perfecta representación de su vida cotidiana más íntima y más entrañable. Nos convierten en testigos únicos, tristemente privilegiados, dueños caritativos de la decisión de hacerlos desaparecer o donarlos, regalarlos, evitar a toda costa que se conviertan para otros en un incordio.

Durante meses me dediqué a desfragmentar capas geológicas de fotografías, telares a medio hacer, relojes pulsera y despertadores, juegos de porcelana sin usar, agendas, vajilla, ropa, costureros, abrecartas, mi primer cuaderno, mi primer diente de leche , mis primeros aritos, mis cartas de Alemania y demás intrascendencias. Los 6.500 libros de mi padre fueron a parar a la Universidad de Tucumán, armé 24 cajas con sus manuscritos y sus clases de historia de las religiones que ahora guarda una amiga piadosa, regalé los muebles y doné el resto. Me quedé con algunas cartas, algunas fotos dedicadas y un juego de porcelana belga . Algún día habrá que decidir qué hacer con ese resto. Intuyo que ese día no va a llegar muy pronto.

Lo llamativo de ese pasado, que ahora sobrevive en casa de primos, amigos, conocidos y personas que no conozco, no hacía que yo sintiera lo que se siente en el hecho de dar, sino más bien lo contrario, una secreta gratitud, un alivio recóndito : la felicidad de que los objetos permanezcan en la vida de otros.

Y aquí viene a cuento el relato de John Berger cuyo tema era, si se quiere, el adiós ya no a los muertos, sino a sus pertenencias, a las huellas domésticas de su paso por la vida. El narrador visita a un amigo a quien acaba de morírsele la mujer. Por toda la casa hay rastros de ella, el color del marco del espejo que pintó , la disposición de la cama del dormitorio, los rododendros en flor del pequeño jardín. El amigo ha donado todo lo que le pertenecía con mucho empeño, ocupándose de que, ya por necesidad o por cariño, cada elemento fuera recibido por alguien capaz de darle un uso específico. Sin embargo, no ha podido desprenderse de unos dibujos de plantas que la muerta realizó a lo largo de los años. No les veía el valor que podrían tener para un tercero. Entendiendo su desolación, el narrador le dice que los clasifique. Nada más que eso: que los clasifique.

Yo leí ese relato mientras deshacía el departamento de mis padres. Ahora no sé si mi interpretación da con el sentido que quiso darle Berger, pero en aquel momento comprendí que esa clasificación, que implicaba preparar los dibujos de la muerta para un destino eventual, era la manera más humilde de poner en orden la vida que se fue y la vida propia. Eso me ayudó a aceptar lo que con creces se resiste a ser aceptado: la finitud. La nuestra y la de los otros.


martes, 14 de mayo de 2013

Ferrol-Buenos Aires y viceversa...

Hola visitantes..
Hace un par de días..en respuesta a un envio de imágenes de antes y de ahora de mi Ferrol del alma..mi buena amiga Nita de Argentina..me remite imágenes antiguas de su hermoso Buenos Aires..estas son sus sentidas palabras y algunas de esas imágenes...




Que recuerdos en algunos casos te traerá ..... más a nuestros viejos, si lo ve tu madre tendrá más motivos para recordar que vos.
Eran tiempos complicados pero.... que no existía tanta competencia como hoy suelen vivir muchos que les hace vivir ( es un modo de decir "vivir") con tanto estress !!!
En aquellas épocas cada cosa se la gozaba ! cuando entró en mi casa la cocina a kerosene ,era enlozada ,.... aun recuerdo el color " verde agua" jajajajja y ni que hablar la llega de la TV ! y aquel verano que a mi padre le regalaron una heladera Siam ufffff ya creiamos que teniamos la heladeria en casa jajajja !
 








Si eran los juegos en las veredas ...noches de verano libres, jugando sin temor ....
Hoy ya no se sientan los viejos en las puertas de las casas como antes y una cuadra antes llamar por telefono para que te vayan abriendo el portón del garage así entrar rápido con el auto es una constante ...no sea te entren los ladrones contigo !
Los años ahora a mí me pasan estos ultimos en especial en NADA ...nada ! me resultan vacios de no ser que mi distraccion sea leer ..escuchar música .... atencion del jardín como cosa de descarga ! pues la vida me pone cada situaciones que me encierran en obligaciones que no puedo como mujer responsable abandonar ! menos mal que soy fuerte ! y me queda de bien el SIEMPRE LISTA ... uffff











Anoche soñé con mi viejo y me decia " estas muy cansada, te veo muy cansada " y se ve que será muy cierto pues a la mañana me ha costado levantarme .... no se si cansancio o desgano de no tener un insentivo que te alegre el alma !

Pero bueno ya comencé a sacar cosas de la casa de mi padre y me desprendi de muchas que no eran importantes y que solo me dan trabajo para mantener o sea estoy simplificando las cosas .... me ayudó mucho un articulo que escribiera la hija de un amigo de mi padre ... me vino tan biennnnnn ! te lo mandare aparte !

Ahota te envío del mismo tenor que tu email algo sobre Buenos Aires

Un abrazo galleguiño del Ferrol ! jajajajja !
Nita


lunes, 13 de mayo de 2013

Con un rotulador negro..


Charlotte Mann – artista británica. Conocida por la creación de diseño inusual para las paredes de oficinas y edificios residenciales. Son dibujos muy detallados en escala 1:1, hechos con un marcador grueso negro en un fondo blanco. Su obra ha sido expuesta en museos de todo el mundo participando en varios espectáculos.





Charlotte Mann en ropa de diseñador de Educación. En la actualidad enseña en la Universidad de las Artes de Londres. La Universidad es la universidad más grande de arte, la moda, el diseño y de las comunicaciones en Europa.

domingo, 12 de mayo de 2013

Palabras, palabras, palabras...


/Se acaba el tiempo delas palabras y comienza (tiene que comenzar) el de los hechos/
Las palabras siempre me parecieron algo fascinante. Ya de muy pequeña las repetía para mí una y otra vez, pensado como una sols (no digamos un grupo encadenadas), podía decir “tanto”.  Luego  de joven seguía creyendo en la fuerza de las palabras 

En  el principio, poema de BLAS DE OTERO

Si he perdido la vida, el tiempo, todo  /  lo que tiré, como un anillo, al agua,
si he perdido la voz en la maleza,   /  me queda la palabra.
Si he sufrido la sed, el hambre, todo  / lo que era mío y resultó ser nada,
si he segado las sombras en silencio, / me queda la palabra.
Si abrí los labios para ver el rostro  / puro y terrible de mi patria,
si abrí los labios hasta desgarrármelos,  / me queda la palabra.
Desde la primera vez que leí ese poema de Blas de Otero, lo sentí como mío y en los momentos de impotencia por…muchas cosas…me repetía…nos queda la palabra…aunque a estas alturas no sé si mi palabra le vale o le importa a nadie
La palabra es como la dinamita, todo depende del uso que se haga de ella. Desafortunada, inevitablemente, los años (mis años) le han quitado parte de la magia, del significado profundo
Se cogen palabras inmensas: justicia, libertad, amor…y se usan de forma indiscriminada a favor de los propios intereses. Se comercia, se trafica con la palabra y casi nadie parece sentirse mal por ello. Desde los sentimientos, la realización de un trabajo pagado, o como no en política…las palabras son usadas con una ligereza, con un cinismo…que a veces no quiero ni leerlas ni escucharlas
Los benditos y a la vez abominables medios de comunicación son una buena muestra. A veces me pregunto para que  “informarse” si más bien nos confunden y desinforman. Pero desafortunadamente no hay muchas alternativas
Si nos metemos en el campo de la política (clase por otro lado necesaria para la marcha de un país), pues ya es la negación de la honestidad y cualquier resquicio  de idealismo
Está tan arraigado el tema de corrupción, que es difícil imaginarse un partido, una formación que esté dispuesta a  cambiar las cosas (y conseguir que les dejen). Y ya no es que no me sienta representada por un gobierno, es que me siento agredida
Soy incapaz de oír son serenidad a nuestros políticos. Ver que la mentira se acuña como verdad, que nos engañan con frialdad y alevosía. Se atreven a asegurarnos lo que es imposible, a barrer muchos derechos con total impunidad. A criminalizar acciones reivindicativas de los nuevos apestados de la sociedad. ¿Qué pasa si algunas acciones no son totalmente pacíficas? Todavía no sé de ningún político que se haya suicidado por esa presión. Ni tan siquiera dimitido. Pero los muertos  sin nombre no importan a nadie(y aquí un recuerdo para la última víctima de los desahucios, Inocencia Lucha, 43 años, minusválida, tres hijos, separada y con la sombra del banco sobre su cabeza, tras  quemarse a lo bonzo en una sucursal bancaria, moría 81 días después por la extensión de las quemaduras, trágico descanso para la portadora de tan simbólico apellido )
Saben que nos están desmantelando un sistema democrático que es con todos sus fallos, mejor que ningún otro. También saben que lo están haciendo con  cualquier atisbo de esperanza
Y lo peor es que lo hacen mintiendo con una claridad e indiferencia que pone los pelos como escarpias. Ufanos y sin dejar de traslucir su estatus privilegiado. Cada uno en su sitio
Cada día escucho palabras que me tiñen el corazón de luto. Y lo peor es que parece como una epidemia que se extiende a otros ámbitos más personales. Debe ser el divide y vencerás. O que no somos tan independientes y tolerantes como pensamos
En ocasiones intento no saber nada de lo que pasa. Es difícil y no sé si cobarde. Pero no quiero que acaben con mis amadas palabras. Con su significado más elevado. Con mis perspectivas de futuro, con mi ilusión por seguir resistiendo. Porque sí, porque en la medida que pueda quiero luchar ante tanto desánimo
Mi mensaje ante tod@s l@s mentiros@s es: HA LLEGADO EL MOMENTO DE LOS HECHOS. NO VALÉIS NADA SIN ELLOS. LAS PALABRAS TIENEN SU PROPIO SIGNIFICADO, Y NO PODRÉIS ENSUCIARLO
 


sábado, 11 de mayo de 2013

Jugando a intentar hacer sonetos...

...(o por no hablar de política)


La tuve en mis brazos al momento
y en sus ojos relucía la inocencia
desde entonces conocí yo la paciencia
y disfruto de la gloria y el tormento





Estoy en una celda encerrada
y la luz más bien brilla por su ausencia
que penar, que agobiada mi conciencia
si me tienen de esta forma encadenada


(...un día de estos intentaré recordar lo engañosas que pueden ser las palabras...que la política existe...que...)

miércoles, 8 de mayo de 2013

¿Recuerdos?


Recuerdo el tiempo en que creía no recordar. Donde el día a día era un paseo entre unas alejadas acacias y atardeceres en los que no recordabas pasado sino que soñabas futuro 

Cuando empezaron a fijarse los recuerdos en mi espíritu, empezaron también las sensaciones de pesadilla

Y ahora vuelvo atrás y lo que quiero recordar es que no recuerdo nada 

Aunque sí que también había realidades de felicidad. Una mano fuerte que te deja un apretón en las tuyas. Los olores del mar gallego, que depositan  una sensación de acidez en la boca. Esa comida que alienta los sentidos. La lucha que te une al ser humano. Pero...
 
¿Se puede recordar el amor a la vida?

 

 

jueves, 2 de mayo de 2013

Negando la realidad


Está pintando un cuadro y se detiene un momento a mirarme…lo entiendo…suena la música…y parece que alguien me la dedica…resuena un poema de una voz ronca que llega a mis oídos como un regalo
 
 
Se acerca a donde estoy con la indolencia premeditada de un juego. Su mano en mi nuca vuelve el mundo del revés. Sigue el juego y se aleja. ¿Qué ve, qué piensa, qué quiere?