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martes, 9 de octubre de 2012

Sorpresa


(O volviendo a “Tenemos que hablar de Kevin”)

Mi querido Kero, hace unos días opinaba sobre mis impresiones sobre ese libro y tu comentabas que si no tenías ocasión de leerlo, verías la película

Pues yo ahora me siento en la obligación de hablar de ella

El domingo tuve la ocasión de verla. Reconozco que tenía bastante curiosidad de comprobar como habían podido meter la intensidad de de las cartas de Eva Katchadourian en una película de la ahora mismo acabo de leer críticas muy positivas. Tal vez si la hubiera visto sin leer el libro, podría opinar de otra manera, pero al terminar de visionarla me quedé perpleja, desconcertada

Para mí en ese momento lo único que el filme tenía en común con el libro es el argumento básico “familia americana con hijo adolescente asesino en serie”

¿Dónde queda la lucha de una mujer para conseguir los sentimientos al parecer obligados en el deseo de maternidad?, ¿los verdaderos sentimientos de Kevin hacia su padre?, ¿la forma de Eva de ver el amor, los EEUU, las cosas que se dan por hechas, su sentido de la libertad, las lejanas pero comprensibles familias mutuas, su impotencia hacia la actitud de Franklin, la necesidad de tener a Celia,  su enfrentarse a lo imposible, su desfragmentarse entre el dolor de lo incompresible?

Pues eso, que espero que la veas sin leer el libro y me digas lo que te parece, pues yo, me siento como si me hubieran escamoteado algo. Comprendo lo difícil que es hacer una película que haga honor a un libro, y reconozco que esta historia me desazonó durante días, este fin de semana era otra sensación muy diferente, así que espero tus impresiones en el momento oportuno

Abrazos madrugadores                          
  
 
 

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