¡Cielos!, estoy completamente agotada.
Estos días han traído a mi vida todos
los recuerdos arrinconados que estaba segura de haber olvidado
La vida ha sido tan dura conmigo, que
siempre creí ser la primera en irme, que
él me enterraría con la saña o la indiferencia con que por igual me trataba
Una vida que ni siquiera me he
permitido disfrutar…pero ¡no!, eso no es cierto…era él quien no me lo permitía
Se acabó el ser culpable, se acabó la
negación de todos mis deseos, mis afectos…ya no hay nadie que me impida abrir
mis ojos, mi corazón o mi mente
Hoy parece que recorro este camino por
primera vez, nunca me di cuenta de que el toldo de aquel balcón tuviera ese
color verde tan intenso, exultante.
De verdad que me parece estar caminando
por esta calle por primera vez, nunca había reparado en que tenía tanta vida
Esta avenida jalonada por falsas
acacias parece darme la bienvenida
¡Dios!, cualquiera diría que una pobre
viuda tendría que estar llorando a su marido…pero nada de eso sucede ni fuera
ni dentro de mí
Siento una paz que acaricia mi cuerpo y
algo más en mi interior que no consigo descifrar
¡Ay. música!...no veo donde, pero suena
una alegre melodía que me anuncia la buena nueva de que estoy ¡viva!
Me siento…no, ¡soy libre!
Alguien había cortado en mi alma el
deseo de vivir, de ser persona…pero ahora la vida me da una oportunidad…esta
ausencia me da una nueva dimensión de lo que es la dicha de estar sola, el
consuelo de saber que mis días se terminarán sin ser humillada, pisoteada.
Es cierto que ya no puedo hacer esas
cosas que desee en mi juventud, pero aún estoy a tiempo de sentirme bien, de
llegar a mi muerte con dignidad, a saborear algunos bocados de realidad que la
vida ofrece a los osados…deliciosos bocados hasta ahora prohibidos
La música, la lluvia, la literatura, la
calle, los niños y multitud de latidos de una vida hasta ahora negada, y que
sin duda voy a reencontrar
Dedicado a todas las mujeres que han tenido una vida cargada de cadenas...
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