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miércoles, 18 de abril de 2012

Actualidad

Anoche muerta de sueño no podía dormir. Habré dicho mil veces que no suelo ver los noticieros, me producen una desazón tal que lo evito. Procuro leer las noticias digitalmente cuando puedo. Yo no sé si es la edad o lo convulso realmente que está el panorama laboral incluso para los que trabajamos; pero prometo que últimamente no me da tiempo ni a salir a caminar, ni a dejar de pensar en los rollos del trabajo fuera del horario, ni a pararme a pensar en ese rumrum que se pasea por mi cabeza a veces casi desapercibido pero constante


En algunos momentos que me paro a pensar en como están las cosas, me acuerdo de un querido amigo que ya no está, y que en estas circunstancias su blog echaría humo de indignación y rabia. No sé si lo habría soportado
Los últimos tiempos del partido socialista fueron complicados, no todo se había hecho bien y los mercados se estaban poniendo díscolos. Recuerdo las primeras medidas restrictivas tomadas con cierto cuidado como temiendo no cumplir órdenes europeas y al mismo tiempo no sabiendo como transmitir a la población que el momento lo requería. La aplastante mayoría del partido popular dejaba constancia que la gente quería “un cambio”. La rabia y el miedo por la situación hicieron pensar ingenuamente que el cambio sería para mejor
Aún hay gente que dice que no tienen más remedio, que la situación lo requiere. No sé cuanto tiempo se necesita para abrir los ojos. La derecha está disfrutando en su salsa. La privatización ya había llegado a muchos estamentos debido a su poder en algunas comunidades autónomas, pero ahora es un largo camino a la pérdida de derechos tan duramente conseguida
A pesar de mi escasa información lo veo, lo vivo a diario. Cada vez es más difícil no conocer a alguien en situación crítica o ver en tus propias carnes que después de la abundancia y el despilfarro, todas las puertas se cierran para ti. Ya no es posible “echar una mano” de forma particular porque la necesidad crece en cada esquina
Los cargos políticos están exentos de ese apretarse el cinturón. Cada cambio de gobierno significa el cambio de todos los cargos de confianza nombrados a dedo y que parece que ninguna crisis cambia no solo la situación sino el  número y la cercanía a los cargos en el poder
La monarquía, esa que mucha  gente vitoreaba en la calle, en los eventos guapos y de tronío, está en entredicho. La situación hace que si no llega para todos, que al menos los que abusan no lo hagan ostensible
¡Es tanto!...prometo intentar estar al día, al menos para dejar que mi rabia cobre forma. Hay gente bien informada que pasará por aquí con sus artículos que nos plantean los temas más actuales y contrastados
Aunque no olvido que en esta tierra de nadie, el amor y la amistad son las premisas principales. La poesía y los sentimientos no pueden salvar al mundo, pero si hacerlo más llevadero
Así que me voy a poner en marcha, salir a ese mundo alborotado que intentaré no cambie al menos mi conciencia

2 comentarios:

  1. Ese buen amigo al que te refieres en el comienzo de tu reflexión..siempre decía aquello de que eran..estos..malos tiempos para la lírica..como rezaba el título de aquella canción del grupo vigués "Golpes Bajos" de mediados de los ochenta..abrazo fuerte para ti.. y un recuerdo cariñoso para aquel entrañable astur..

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    Respuestas
    1. Kerito, que se me pasó tu comentario, parezco un terremoto en una isla desierta...
      Nuestro amigo preferiría no ver el camino de retroceso que estamos recorriendo, pero sería unos de los abanderados de la resistencia (más o menos pasiva) que se opondría a tanto desatino
      No es fácil, pero lo conseguiremos...

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