Sudores de vino, de miel, de ternura y hasta de hiel. Los poros se dilatan según nuestras vivencias. Sudamos hierro, sudamos amor, sudamos dudas, sudamos temor. En los ojos vamos escribiendo esas secuencias. Sudores de soledad, de perro fiel, de cruel realidad, de aguamiel. Nuestro libro en blanco, inmaculado en sus orígenes, ahora está lleno de vida, y en algunas esquinas, emborronado.
Autora : VOLVORETA
Pues sí, Volvoreta, y esperemos que , en lo que aún queda por escribir, todo tenga la nota común de la alegría y lo gratificante. No sé si no pediré más de la cuenta. Un abrazo. Minervina.
ResponderEliminarMiner, ¿por qué va a ser mucho pedir?
EliminarPedir e intentar escoger las historias que queremos plasmar en esas hojas espectantes
Luego...si los deseos no se cumplen...no pasa nada...simplente se escogen otras historias y vuelta a empezar
Eso és, no a la frustación de lo no conseguiro, sí a la ilusión de lo que se vuelve a desear...bicos