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viernes, 12 de julio de 2013

El día en que todos nos enamoramos



 
Hoy amaneció de una verde anaranjado que deja patente que no va a ser un día más, desde luego que no. Me asomé a la ventana y entonces todo queda absolutamente claro.

 Decía aquella profecía del más antiguo de los pueblos con tradición escrita, que en un lejano siglo XXI, el sol se vestiría de verde, y ese día todo el mundo se enamoraría

Mi reacción fue una primera sensación de incredulidad, una sonrisa bobalicona de alegría y por último, una sonora carcajada…creo que de vuelta a la incredulidad
Salí precipitadamente a la calle y comprendí que efectivamente no era un día cualquiera

De entrada, el tráfico era un caos, los conductores empeñados en dejar pasar delante a todo el mundo; los municipales rompiendo multas, los obreros ofreciendo ayuda a los turistas que a su vez echaban hormigón en los baches

El efecto amor no era de uno en uno, mejor dicho cosa de dos, más bien algo universal
En la oficina dos compañeros se peleaban por el amor de una becaria que se dejaba seducir por el jefe empeñado en subirle el sueldo

De pronto…yo, yo...vi una flor sobre mi mesa…y  quedé profundamente enamorada de la vida

 (...no se sabe si continuará...)

 

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