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domingo, 9 de diciembre de 2012

Mascarón de proa..

Frente al oleaje embravecido
el viejo mascarón de proa
yergue su torso de madera
embistiendo las aguas con premura
y con su augusta mirada,
enfila hacia su destino de inmortalidad...

(Antigua leyenda celta)


La niña de madera no llegó caminando:
allí de pronto estuvo sentada en los ladrillos,
viejas flores del mar cubrían su cabeza,
su mirada tenía tristeza de raíces.
Allí quedó mirando nuestras vidas abiertas,
el ir y ser y andar y volver por la tierra,
el día destiñendo sus pétalos graduales.
Vigilaba sin vernos la niña de madera.
La niña coronada por las antiguas olas,
allí miraba con sus ojos derrotados:
sabía que vivimos en una red remota
de tiempo y agua y olas y sonidos y lluvia,
sin saber si existimos o si somos su sueño.
Ésta es la historia de la muchacha de madera.


(Pablo Neruda)





"La memoria de los ojos del mascarón de proa
es el recuerdo de la repetida historia del nacimiento del sol"

Pablo Neruda


2 comentarios:

  1. Inefable Neruda, hacía tiempo que no pensaba en sus palabras,em sus poemas...la mezcla con un fragmento de una leyenda celta es un combinado que deja el espíritu a salvo de los elementos...léase actualidad...hermosos mascarones...aunque reconozco que a mí esos elementos decorativos siempre me han causado cierto recelo...cosas del ser humano querido amigo, un beso

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  2. Precisamente con la desconfianza y la supersticion del ser humano tienen su razon de ser estas imagenes protectoras de aquellos miedos, bico...

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