A veces
me pregunto por los malos ratos que pasan los hombres cabales ante
las aberraciones de otros congéneres
Asesinos
en serie, maltratadores, violadores, torturadores, abusadores de
niños...no sigamos porque entiendo que hay muchos hombres que no
solo serían incapaces de tales acciones, sino que las rechazan,
combaten y tiene que cargar con una vergüenza ajena y un sentimiento
de culpa que no es suya.
Por eso,
intento en ocasiones frivolizar un poco al menos con las cosas menos
terribles
En
algunos momentos me da la impresión de que a todos (bueno, a muchos)
les gustaría ser como Clooney
Maduro,
atractivo, independiente, comprometido con causas justas, al parecer
divertido, relacionado con hermosas mujeres aunque siempre sin un
compromiso tradicional; con la suficientes fortuna y libertad para
realizar los proyectos (cinematográficos o no) que desee.
Implicándose en todos los sentidos, envejeciendo con carisma y
dignidad
Bueno, en
realidad creo que hay muchos hombres con ese perfil, con mas o menos
de esas cualidades, pero que brillan con luz propia (aunque no sea en
la gran pantalla). Aunque su parte más importante no está
simplemente reflejado en un porte, una edad o un rostro
¡Brindo
por todos ellos!
Querida Volvoreta..aunque no tengo nada q ver con el señor Clooney..te doy las gracias..por lo q se refiere a mi condicion de hombre..que rechaza toda esa violencia..vejaciones..humillaciones..y maltrato en general..q ha sufrido y sufre la mujer a lo largo de la historia..un beso fuerte
ResponderEliminarHaberlos, haylos.
ResponderEliminarNo destacan por belleza física, o sí; ni en el porte, también, vale, algunos sí; pero, sobretodo, son atractivos, porque los amamos.
Nos da igual su aspecto, estamos mirando su interior, trasparente y diáfano, bondadoso y gentil, cierto y verdadero, sin doblez ni engaño; siempre la verdad.
No se esconden de nada, son sinceros ante citas amistosas, que carecen de significado para ellos, total, ¿qué es un café?; por eso, ¿tendrían que mentirnos? A nosotras, ellos ya no nos mienten.
No, no les merece la pena. Ellos lo saben, nosotras también. Tienen una fidelidad a prueba de bombas. Son los hombres del momento, como tú dices, los que brillan con luz propia.