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jueves, 25 de octubre de 2012

Algún por qué (o curiosidades sin más)



 ¿POR QUÉ?

        En muchas películas americanas salen mujeres cocinando elaborados guisos estando ellas con vestido de fiesta, maquillaje, peinado impecable y unos impresionantes zapatos de tacón (¿nunca se manchan?)

        Las personas que no tienen hijos se vuelven locas con los bebés o niños de hasta 3 años que están para comérselos desde luego. Pero cuando tienen unos 7 o más, corren, juegan, ríen, alborota, (lo normal, ya se sabe), no los aguantan y ponen cara de fastidio, cuando no los regañan directamente

        Los hombres hablan de cualquier problema o situación delicada personal (generalmente por iniciativa de las mujeres que no dejan de cavilar cada cosa al milímetro); lo tratan y al momento lo olvidan, como por si aclarar las cosas éstas dejaran de existir. A veces van dejando posos y terminan por hacerse grumos
        Hay gente que ve en la tele famosos de izquierdas reivindicando derechos sociales y critica su posición. Se trata de intentar vivir todos algo mejor no lo contrario. Es inimaginable pensar que un actor por ejemplo, pida que le bajen sus honorarios por ser de cierta tendencia. Por otro lado, la gente conocida y desgraciadamente, son los que tienen voz  para llegar a la mayoría y llamar la atención sobre cosas que se nos pueden escapar y necesitan una atención. Ojalá hubiera más casos así
        No ahora, incluso cuando el estado de bienestar parecía tenernos en un mundo confortable y consumista, había una gran frustración en mucha gente. Con demasiada frecuencia la amabilidad y la cortesía brillaban por su ausencia, y la tónica en la calle era protestar y protestar. Los comentarios indiscriminados sin argumentación, solo por protestar, siguen estando a la orden del día (y no me refiero a la gente que intenta cambiar cosas, implicarse por el bien común)
        Las mujeres se empeñan en hacer cotidianos sacrificios por los seres queridos, para terminar frustradas porque nadie se da cuenta de ello jamás. Cuanto más da, más se espera de ella. Esa condición solo se ve en libros y películas (lo ve el espectador naturalmente)
        Los japoneses tienen esa mezcla de antiguo y nuevo. Desde las tradiciones más ancestrales en las que parecen anclados en otros siglos, hasta su futurista forma de vida, al menos en las grandes ciudades, modernas, abigarradas, tecnológicas y multicolores (país donde el suicidio juvenil es altísimo)
 



(Foto de Aokigahara, bosque cerca del Monte Fuji, conocido también como “el bosque de los suicidios”)


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