Después de 15 meses de
represión en Siria la masacre de Houla ha marcado un punto de inflexión.
Occidente comienza a pensar en la posibilidad de un cambio de régimen, pero la
forma de conseguirlo puede poner a prueba a todas las mentes políticas de la
ONU. Este fin de semana el exsecretario general de la ONU, Kofi Annan, discute
la situación con la Liga Árabe en Doha.
NACIONES UNIDAS,
(IPS) - Estados Unidos y sus aliados
occidentales parecen cada vez más inclinados a promover un «cambio de régimen»
en Siria, aunque las últimas conversaciones en el Consejo de Seguridad de la
ONU sugieren que es aún una posibilidad lejana.
Tanto China como Rusia,
los dos principales miembros del Pacto de Cooperación de Shanghai, alianza
militar en expansión en Asia, han dejado claro que no desean que Siria se
convierta en otra Libia. «Los grupos opositores están hablando de aprovechar la
oportunidad de los asesinatos», dijo el embajador ruso en la ONU, Vladimir
Churkin, en alusión a la masacre de civiles en la localidad siria de Houla,
perpetrada el fin de semana pasado, en la que murieron más de 100 personas
incluyendo decenas de niños y niñas.
Tras la masacre Estados
Unidos, Gran Bretaña, España y otras 10 naciones expulsaron simultáneamente a
los respectivos embajadores y representantes diplomáticos de Siria.
Este viernes, la Alta Comisionada
de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, ha afirmado que
la matanza podría constituir un «crimen contra la humanidad». La ONU y testigos
señalan que los asesinatos probablemente fueron perpetrados por las milicias
progubernamentales conocidas como Shabiha.
Pero el embajador ruso
afirmó el miércoles 31 de mayo que todas las partes involucradas en el
conflicto sirio son responsables de la matanza, y sostuvo que estas debían
resolver sus diferencias pacíficamente.
Churkin parecía apoyar
la teoría de Damasco de que la red radical islámica Al Qaeda y otros elementos
extremistas están operando en Siria y recibiendo armas de fuerzas extranjeras,
aunque no dio detalles. «No lo sé», nos dijo en respuesta a una pregunta sobre
las fuentes de financiación y armas de la oposición.
Sin embargo, el
embajador sirio en la ONU, Bashar Ja'afar, dijo que las armas procedían de
Arabia Saudita y de Qatar, los aliados más cercanos de Estados Unidos en la
región y los principales proveedores de petróleo a Occidente.
El miércoles, tras la
reunión del Consejo de Seguridad, la embajadora de Estados Unidos en la ONU,
Susan Rice, señaló que Washington y sus aliados europeos podían tomar acciones
«por fuera» de las iniciativas del enviado especial del foro mundial y de la
Liga Árabe a Siria, Kofi Annan, que presentó un plan de paz.
La propuesta del ex
secretario general de la ONU, llama a poner fin a la violencia, permitir el
acceso de las agencias humanitarias, liberar a los detenidos, habilitar el ingreso
de la prensa extranjera e iniciar un diálogo político.
Rice admitió que hay
«serias diferencias» en el Consejo de Seguridad sobre las posibles sanciones
contra el gobierno sirio. «Necesitamos explorar con Rusia y otros países qué
pasos extra podemos dar», señaló. «Proseguiremos las negociaciones en los
próximos días».
Los observadores, por
su parte, perciben cierto grado de ambivalencia en la postura de Occidente
hacia Damasco. «Creo que Estados Unidos y sus aliados de Occidente están
desesperados buscando una estrategia para Siria, y no tienen ninguna», afirmó
Phyllis Bennis, investigadora del Instituto para Estudios de Políticas. «Aunque
el cambio de régimen ahora está claramente en su lista de opciones, hasta hace
poco no lo han incluido», nos dijo.
Añadió que «Siria, a
pesar de su discurso antiimperialista, fue muy útil para Israel. Mantuvo en
calma los altos del Golán y la frontera israelí». «La reciente masacre en Houla
les ha obligado a idear una respuesta inmediata, y eso es todo lo que se les ha
ocurrido para no agravar las cosas. Es un desastre desde todo punto de vista»,
dice.
Además de Rusia, Siria
mantiene estrechos lazos con Irán y con los líderes chiitas de Líbano, así como
con los grupos militantes palestinos, que han sido constante fuente de
irritación para Occidente e Israel.
El miércoles,
observadores de la ONU informaron que 13 cadáveres más fueron descubiertos en
el este de Siria. Todas las víctimas tenían las manos atadas a la espalda y
algunas presentaban disparos en la cabeza a corta distancia.
La ONU estima que más de 9.000 personas, en
su mayoría civiles, han sido asesinadas, y decenas de miles desplazadas desde
que se levantó el movimiento opositor contra el presidente Bashar al-Assad hace
15 meses.
Como mediador del conflicto,
Annan ha asistido este sábado en Doha a una reunión de la Liga Árabe, donde se
analiza la situación siria
Una y otra vez la realidad más cruel nos golpea en la cara haciendo que nos debatamos entre la necesidad de vivir la vida con alegría y sin permitir que las cosas que no están a nuestro alcance acaben con nuestra esperanza...y la impotencia de preguntarnos si realmente no podemos hacer nada. En estos momentos es difícil conservar la calma y tratar de ser justo sin amargura...y...bueno...a veces, que insuficientes son las palabras...
Sí, Volvoreta, las palabras son insuficientes en casos como estos y otros muchos, ocurridos en países distintos pero igual de crueles. Y todo ello porque, para los poderosos, el poder es lo primero de la vida y debe tener (me refiero al poder)una erótica imposible de abandonar. En fin, un abrazo civilizado a los dos. Minervina.
ResponderEliminarTu abrazo siempre será civilizado, ojalá puediéramos emplear esa palabra en los conflictos entre naciones e incluso entre compatriotas, pero ese tipo de conflictos como bien dices, tienen la bandera del poder como enseña y la vida del pueblo no vale nada. Uno comprende lo difícil que es desarraigar la injusticia y la barbarie, y hay que hacer un gran esfuerzo para no sentir rencor y seguir adelante con la pequeña parte de culpa que nos toca
ResponderEliminarGracias por tu visita y dos abrazos de vuelta para tí