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viernes, 13 de enero de 2012

Cuatro de enero


Querida amiga, esta noticia no merece la columna de un periódico: amanecí en Navidad después de pasar la noche vomitando mugre. En Urgencias me detectaron una úlcera de duodeno. No pude evitar el recuerdo de mis antecedentes familiares. A la vez estoy sereno. Si me voy, deseo dejar la estela de una chispa en forma de recuerdo de alguien que pretendió ser buena persona. Mis amores llenarían los mares y para mis rencores sobraría el volumen de un dedal.

                                                                 Andrés Oliva "Ventolín"
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3 comentarios:

  1. Dicen que los seres queridos no mueren mientras vivan en nuestro recuerdo, Vento el amigo entrañable subsistirá en el recuerdo.Un abrazo para tod@s que pasais por Tierra de Nadie. Cila.

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  2. No dudeis, que siempre estará en nuestros corazones, nada mas puedo ni quiero decir con respecto a esta persona que traté a fondo y "quiero" porque para mi, las personas no mueren, se cambian de "plano", y en el caso de Ventolín estoy segura de que esté donde esté, buscará un ordenador, como lo hizo en el Dezaseis, en las quedadas de Santiago, y en Campelo y en cualquier sitio donde estuviese, para él lo principal era la comunciación con sus amigos alli donde estuviese
    Por ello donde esté le envío un bico y un fuerte abrazo

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  3. Gracias amigas por vuestras reflexiones y apoyo, procuraremos poner el relato de Kero y el mío pronto, para cerrar este ciclo y seguir con el ciclo de la vida
    Un abrazo fuera para ambas

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