7,10: Decido tomar un café, será lo mejor. Voy a la cocina
buscando el camino a tientas. Al llegar me doy cuenta de la tontería y enciendo
la luz
7,13: Descubro que han cortado el agua. No entiendo nada,
será alguna emergencia. Recuerdo que tengo un litro de agua embotellada y
suspiro con resignación
7,15: Después de echar el agua en la cafetera y ver que tengo
que empezar un paquete de café, tiemblo porque no había y no recuerdo si ayer
había comprado. Afortunadamente sí
7,17: Al tirar del “abre fácil”, se
resiste y tiro más fuete…el paquete se cae al suelo…afortunadamente hay para
cargar la cafetera. Dudo si recoger lo de suelo ya que estoy empezando a tener
una sensación extraña de pesadilla…naturalmente lo hago
7,21: Tengo la cafetera ya puesta y
me voy al baño (hasta ahora no me había dado cuenta de la imperiosa necesidad
que tenía de hacer pis). Con alegría compruebo que ya hay agua
7,25: Me siento en la cocina a tomar el café bien calentito. Esto
es vida, me reconforta. Ahora es cuando empieza realmente el día. Reflexiono,
hoy es 24 de diciembre…bueno un día, una noche más, mi hija y yo hemos decidido
que será una noche “normal” y no tenemos preparado nada especial (de hecho
tengo que ir a comprar ya que las dos anteriores semanas de trabajo intensivo me dificultaron
hacer compra en condiciones y tengo el frigorífico que parece un campo desierto)
7,31: Una especie de pitido me saca de mi plácido letargo y
pego un salto sin saber que pasa. Sí, es la alarma del frigorífico. ¡Ostras!,
está vacío pero no es para que se ponga a chillar de esa forma. Pulso el
silenciador, enciendo de nuevo el programa…y todo vuelve a al normalidad. A estas
alturas ni siquiera me pregunto que puede haber pasado
7.37: Me como un yogurt desnatado como para convencerme de que
todo está bien, vamos…como siempre
7,39: ¡Suena el teléfono! Salgo disparada. ¿quién llama a
estas horas un sábado? (¿he dicho ya que es 24 de diciembre?). Cojo el
auricular y oigo una voz chillona “Carlos, hijo, ¿eres tú? Pues no señora, yo no soy su hijo. La madre de Carlos cuelga sin más y prometo que no supe a donde ir o
que hacer
7,42: Intento meterme en una de esas meditaciones mías para
racionalizar los temas que me desbordan…ilusa…no sé que diablos hago aquí…en el
medio del pasillo…con mi ridículo pijama, un frío de la…y un cansancio de
campeonato….
7,46: Desenchufo los teléfonos, apago el móvil, la cafetera…me
voy a la habitación y me meto en la cama
7, 48: Una parte de mí no puede olvidar que al fin y al cabo
es navidad. Por otro lado el futuro es algo que no existe en realidad. Igual
tengo suerte y me puedo dormir todo el dichoso día. Por si acaso, entro en el
blog para desearos Felices Fiestas. Sí, ya se que de una forma muy poco
ortodoxa, pero a mi esto de las fiestas me deja un poco desconcertada. Al fin y
al cabo (de nuevo) ya digo aquí lo que este espacio y los amigos significan para mí
7,51 (creo): Está todo borroso…tengo sueño…quiero descansar…quiero…decir…que
os quiero…
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