Querido diario, ¡perdón!, quiero decir: querido blog… asociación de ideas prendidas en tela de araña formada por baños de luz de luna y escamas de dura realidad
Ya estoy aquí. De vuelta de tierras cartageneras de las que ya escribiré (además de lo que ya va relatando Kero en sus crónicas)
Hoy me encuentro de nuevo con este rincón de sueños donde mis placeres y mis heridas tienen cabida hasta donde el temor de que se me “reconozca” deja un vacío a la improvisación ajena, al conocerte pero no, al no quererte pero no dañarte, al quizá, puede, tal vez.
Estoy aquí. La telaraña se repliega en un descanso que también mi cuerpo y mi espíritu necesitan
Un tren me devuelve a la cotidianidad, es agradable. Mi cuaderno me acompaña y tal vez mañana se desparrame por esa vía internauta que nos una a un pequeño momento, constelación siempre visible nunca cercana
Aquí estoy, sí…. ¿viva?
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