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jueves, 24 de febrero de 2011

Soñaba que soñaba

Nos mirábamos a los ojos. No hacían falta palabras porque el dolor era compartido. Pero no solo eso. También el regusto fuerte del deseo resbalaba por nuestro cuerpo

Apoyo, brida y salvavidas. ¿pero…de quién para quién?...soñando notaba que mis constantes se alteraban, como vigilantes

Como pensar que los humanos nos entendemos. Pero sí, eso soñaba que soñaba

Mujeres multicolores, pluriempleadas, multiorgásmicas.

El sudor de los sueños (¿o tal vez de la muerte?), impregna los pliegues de mi cuerpo. Siento una extraña presencia con olor a cercanía

De pronto me despierto En realidad no, solo sueño que despierto. Pero el sudor está ahí, el dolor continúa. La fuerza del deseo me convulsiona

Hay un tórrido páramo a mi alrededor, imposible encontrar un camino evidente. Mis ojos se vuelven hacia dentro para descubrir la luz de una mirada

Me doy cuenta de que el tiempo se me acaba, siempre se acaba demasiado pronto.

Te noto, estás cerca…o tal vez ni estás…imposible saberlo con estos ojos como vacíos. Extiendo la mano y…me despierto

Creo, si, esta vez me despierto de verdad…aunque puede que sea ahora cuando de verdad sueño... ¿me entiendes?...puede que en realidad la vida sea solo un sueño

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