Buscando una utopía, pasó una vida invisible, deslizante…por un tobogán de papel de lija.
Al final no había una meta, solo una pirámide de años y una puerta abierta a la frustración
Pero afortunadamente no era el final
Aquello era un relevo a otra actitud, en otra latitud.
Y sin saber como…el camino empezó de nuevo
(Ayer una vez más, la televisión me dió de bruces con la realidad. De pasada por una cadena cualquiera, un reportaje sobre una desdichada mujer guatemalteca, cuya vida compitió en horror con su muerte, una vez más repito, mi fe en el ser humano se tambaleó. Entro en este blog que ayer ni pude visitar, para volcar aquí mi frustración y hacer que esa fe, que creo que es la única que me queda, se renueve una vez más gracias a las personas que me muestran la otra cara de la moneda. Gracias)
Hola de nuevo Volvoreta inquieta..después de leerte y de experimentar un cierto "Deja vu",me asaltó de improviso esta cuestión..¿SOMOS, DE ALGUNA MANERA, LA SUMA DE TODAS LAS PERSONAS QUE CONOCEMOS A LO LARGO DE NUESTRA EXISTENCIA?.
ResponderEliminarSaludos blogeros..K
Pero perverso Kero, ¿qué preguntas son esas?...yo venía tranquila en vuelo rasante por un cielo oscuro de noche prematura y me encuentro a mi amigo que me pone entre la espada y la pared, quiero decir, que me hace pensar
ResponderEliminarPues bueno, yo de respondo que SI y NO… ¿vale?
Diría que NO porque:
Básicamente supongo que llegamos al mundo con una carga genética. Luego viene la infancia y el entorno que determina hábitos, creencias y actitudes. Finalmente está nuestra propia voluntad de aprovechar o cambiar algunas cosas
Naturalmente que esa primera infancia está relacionada con personas que conocemos e influyen en nosotros, pero yo creo firmemente que la voluntad propia tiene una gran fuerza que está (o puede estar), por encima de todo lo que en el fondo rechazamos en nuestra edad adulta
La prueba está cuando los hijos salen con convicciones políticas o religiosas completamente contrarias a lo que han visto y vivido, e incluso con gustos y hábitos diferentes
Diría que SI porque:
A veces algunas personas que pasan por nuestra vida son determinantes en el desarrollo de estas. También es cierto que cada contacto, cada experiencia, dejan un poso determinado en nuestro desarrollo, pero en general no es un empuje demasiado fuerte, ni es capaz de cambiar formas de vida
Luego hay otras personas que tienen un gran peso específico. Marcan nuestra vida para bien o para mal. Posiblemente si seamos en parte, una suma de todas ellas…aparte nuestro propio impulso vital
La pregunta ahora sería, ¿esa influencia es lo suficientemente fuerte para cambiar una forma de ser ya formada? Que vamos evolucionando está claro. Que a unos afecta más que a otros las influencias ajenas también. Que las circunstancias fuera de las personas en sí, como puede ser vivir con desahogo, con cultura o con derechos, por supuesto.
¿Nunca podemos ser lo que deseamos a pesar de los demás?
Kerito ¡te mato!, creo que no he contestado nada de nada…pero me lo he pasado muy bien, un beso
Querida Volvoreta..desde un mar de dudas (en asuntos de la existencia..más que nada) por el que navego a diario..y que conste que eso me agrada..pues prefiero hacerme preguntas..en lugar de tener todas las respuestas..(su búsqueda me hace sentir vivo)..; Y desde aquí..espero q disculpes mi perversa y peregrina pregunta..después de leerte..me has hecho ver de que dicha cuestión está mal planteada..y q todo es relativo..un bico..
ResponderEliminar