Un
niño
fue al circo con su padre y quedó
fascinado con un enorme elefante, de fuerza descomunal. Al terminar la función,
el chico vio cómo
el domador ataba una de las patas del animal a una pequeña
estaca clavada en el suelo.
Le
sorprendió
constatar que la estaca era un minúsculo pedazo de madera
-
"Papá,
¿cómo
puede ser que el elefante no se escape?': le preguntó.
Y su padre le dijo:
-
"Porque está
amaestrado".
-
"Y si está
amaestrado'; insistió
el chico, "¿por
qué
lo encadenan?".
El
padre no supo qué
decirle. Otro hombre que había
escuchado la conversación
le reveló
la respuesta:
-
"El elefante no se escapa porque ha estado atado a una estaca parecida
desde que nació.
Al principio trataría
de soltarse, empujando con fuerza. Pero siendo un elefantito, la estaca era
demasiado resistente para él.
Y así
continuó
hasta sentirse agotado, impotente y, finalmente, resignado. Ahora ya ni se lo
plantea".
¿Quién no ha escuchado historias de estas con diversos animalitos, empezando por los monos?. Parece que nadie se atrevió todavía con fábulas para humanos directamente, pues las podemos escribir y protagonizar cualquiera de nosotr@s...pero...rompamos cadenas............................................
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