Está lloviendo, tengo
las gafas llenas de charquitos
Es difícil saber por
donde vas, lo que sucede a tu alrededor
Supongo que ya lo
estáis entendiendo. No es la lluvia en realidad. No al menos la atmosférica
¿Cómo saber lo que
sucede a tu alrededor? ¿cómo saber por donde vas realmente?
Paso un pañuelo por las
gafas en un gesto mecánico. Inconscientemente se el resultado…sigo sin poder
ver con nitidez
Es otra lluvia
realmente lo que empaña mi entendimiento
Murallas que aparecen
ante mí van desapareciendo según me acerco, para encontrar una nueva muralla a
continuación
Las limpio, pero mis
gafas siguen llenas de charquitos
Las murallas van
desapareciendo pero la sucesión de obstáculos parece interminable
¿Qué pasa dentro de mí?
Ya sé que de vez en cuando la lluvia ácida de la incomprensión y la injusticia,
me salpica en mayor o menor medida, dejando huellas indelebles en la orografía
de mi alma. Nada nuevo…
Camino, camino, parece
que quisiera romper la barrera de la realidad…no sé si es lluvia la que golpea
mi cara, o mi propia cobardía que no me permite elegir, decidir…
Me quito las
gafas…tampoco veo con claridad, pero me hago la ilusión de que transito por un
mundo nuevo. Las nubes parecen querer abrazarme y la constancia de otras
presencias no resulta amenazante. Por el contrario, ante mi aparece un abanico
de promesas utópicas que parecen cobrar forma, sonido y hasta nombre
Pero…no puedo
continuar…me doy cuenta de que antes mis ojos aparecen multitud de
charquitos…solo que…no llevo las gafas puestas
No hay comentarios:
Publicar un comentario