Porque cuando uno
recorre lugares nuevos deleitándose con lo que ve, oye y percibe; no puede
evitar un sobresalto cuando entre un
espacio de luz y animación, se encuentra…no sé, me faltan las palabras
Iba a poner en el
título “surrealismo”, pero realmente esa no era la palabra y sigo sin
encontrarla. Lo dejaremos en…una curiosidad urbana que te da que pensar
Ese abigarramiento de
objetos en una zona de paso. Esa especie de binomio indescifrable entre
política y religión. Tal profusión de símbolos hermanados y exhibidos ostentosamente
Desde luego es
imposible que nadie pase sin mirar con más o menos atención
La vista de una foto de
Rajoy no muy lejana a un cristo crucificado, esos asientes vacíos…inevitablemente…que
incitan a salir huyendo más que a sentarse
Las vírgenes sobre una
puerta que te deja imaginando lo que puede guardar. Banderas preparadas como en
los barcos, para trasmitir mensajes a través de movimientos… ¿o ya lo hacen de
forma estática?
No llegué a ver un estampa taurina; tampoco se por qué
me extrañó, pero así fue
Reconozco que el paso
del tiempo difumina las sensaciones que sentí en aquel momento (aunque sea solamente un mes, lo veo ya muy lejano). Imaginaba figuras
humanas sobre ese escenario, sin poder poner rostros a ese pensamiento
La cortina del fondo…con un espacio de entrada en completa oscuridad...creo
que voy a tener que dejar de ver películas de terror…
Surrealismo en estado
puro…en el sentido más ínfimo de la
palabra
No me sentí intimidada,
pero sí, un minúsculo escalofrío recorrió mis terminaciones nerviosas
¿Exagero?, tal vez;
pero una vez más pienso que el día a día te puede ofrecer todo tipo de
sorpresas. Eso, o que en mi cabeza hay demasiadas telarañas o… ¿surrealismo?
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