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domingo, 24 de junio de 2012

Lluvia


Recuerdo hoy mi último viaje a Galicia…como de costumbre, la llegada tuvo el recibimiento de un abrazo de agua
Un torrente impetuoso bajaba por la calle de donde partía la estación
Por un momento, pensé en salir a cuerpo descubierto….dejar que esa lluvia purificadora arrastrara de mi cuerpo y de mi alma, toda la suciedad acumulada
Se imponía la cordura, abrí un paraguas y sin recoger mi equipaje me planté en medio de la calle
El cielo…tan gris como el de tus ojos, no me parecía amenazante; las nubes se habían difuminado hasta parecer un extendido manto de algodón gris.
Un perro cruzó a mi lado, nuestras miradas se encontraron e instintivamente separé el paraguas para dejar que el agua corriera también por mi rostro
Me agaché para acariciar al perro, lamió mis manos empapadas y siguió su camino
Me di cuenta de que había algunos coches parados y que sus conductores miraban atónitos la escena.
Reí con fuerza, me fui hacia la acera mientras él se alejaba buscando su destino
Ya en un rincón, tiré el paraguas al suelo y me puse a bailar. Me fijé en un hueco de la pared por el que sobresalía un poco de musgo y otra planta que no pude reconocer.
El clima, la lluvia…hacían que en cada rincón se reprodujera el milagro de la vida.
Seguí bailando con la lluvia…los edificios cercanos parecían haber desaparecido. Me pareció vislumbrar miradas extrañas cruzando el umbral de la razón.
Mis maletas estaban olvidadas. Solo mi simbiosis con la lluvia parecía tener sentido.
Inesperadamente, el aguacero cesó. De golpe…como si ese cielo encapotado pusiera fin a mi diversión, a mi entrega.
Un tímido sol intentó colarse por las nubes que ya ofrecían formas concretas aunque cambiantes, y yo intenté aprisionar las gotas que aún cubrían mi rostro
En el horizonte se empezaban a dibujar formas que antes no se percibían, pero yo me sentí triste porque mi aventura con la lluvia había terminado
Aire cálido me acaricia y me avisa de que tengo que recoger las maletas. La gente que se cruza conmigo, parece tener otra mirada, otra vida, otra esencia

3 comentarios:

  1. Hermosa imágen..amiga Volvoreta..la de una mariposa danzando con la lluvia

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  2. Seguramente, cuando el agua te empapaba, tú eras un hada bellísima, que se sentía encantada cerca del manantial.
    Quizá, eras una actriz, filmando, a las órdenes de Woody Allen, en el Central Park.
    O como deseabas, estabas simplemente "dancing, in the rain".
    De todas maneras, el escenario, el perfecto escenario te acogió, te meció, te distrajo y creo que te llenó en abundancia.
    Así lo deseo.
    Espero hayas tenido feliz estancia.

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  3. Amigos míos, que siempre no empape la lluvia de la amistad y la alegría, que ya abriremos el paraguas ante la de la incompresión y la injusticia. abrazos galaicos

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