Él, el hombre que se miraba al espejo, se encontraba frecuentemente con un desconocido. Alguien ponía ante él una imagen que le desagradaba. Era un extraño para si mismo
Decía beber a tragos largos la vida…”vivir a tope” le dicen. Al mismo tiempo, desgastaba esa vida, salud y pensamientos
Llegó la catarsis. Entre sus dedos se enredaron madejas de sentimientos, como algas que le cubren, no sabía si amenazantes o con ansía de encontrarle
Hoy se mira al espejo y duda…pero entiende que simplemente, se está conociendo
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