
Y jugó a vivir como si cada día fuera el final, el amor es agónico y
vivificante, lo iba comprobando cada día en cada nueva oleada de pasión o de
dolor
Olvidó quien era y de donde venía, un enorme colador de sueños borraba
su pasado y su futuro, solo el presente junto a un ser caótico y tierno tomaba
forma en su cuerpo y en su nublada mente

Yamila flaqueaba entre las llamas de un amor que bifurcaba sus deseos y
sentimientos, y el dolor producido por quien no la reconocía como libre…incluso
para darse
Un día cualquiera la tormenta del dolor rompió el presente en pedacitos
de papel. La mirada de él decía que la quería en todos los idiomas conocidos,
solo que empezaba a conocerla y eso no era fácil
Ya sin presente, las ruinas de los sentimientos perdieron el camino y
la oscuridad pareció tragarlos. Pero es incierto. No se encuentran en el lecho
de la necesidad y la entrega, pero el ruido del aire mueve todas las palabras dichas, algunas muy valiosas

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