Mirando hacia dentro

 Perdona si en algún momento no puedo sentir tu latido. Tus constantes vitales en un ciclo de renovación continúan. Si intenté llevar a tu vida un poco de aburrida paz, entrando sin embargo en ella, como un huracán descontrolado, sin lograr para ambos un punto de inflexión. Tuve la osadía de buscar un mundo especial a tu lado. Abrí cárceles de oscuridad y dejé entrar la luz como un iceberg de reflejos azulados. Por ti, intenté perder la razón sin dejarme arrastrar por la locura. Solo los que están completamente solos, tienen la libertad del caos, del resurgimiento          DEL SER. Ingenuidad de pensar en lo que va bien para el otro…creyendo que amor es sinónimo de crecimiento…que tal vez no le interese a nadie

Perdona por mis alaridos de dolor cuando la vida me pide más de lo que puedo dar. Por imaginar que alguien te puede comprender siempre sin saber que tu tal vez no comprendes nada

La fuerza del contenido espumoso de una botella…es tan exuberante¡¡¡….y tan fugaz. El ser humano es tan inconstante…o tan ingenuo…que piensa que lo puede tener todo, la libertad y el compromiso, el hogar familiar y la independencia, los amores cruzados si  llega el caso…

Perdona porque en mi caos, intento rescatarte de ti mismo…del que detestas…y también del que admiras…pero eso es imposible

Perdona…por imaginar que mi amor es suficiente para una vida…e incluso para varias…como si la lucha diaria se pudiera dejar en una bolsa de basura.  Y también por este exceso de protección y reproche por el desierto de soledad…que solo conocen unos pocos desdichados

Si supieras por un momento la magnitud de la fuerza que llevo dentro…pero  solo reniegan de sus responsabilidades los que a punto de morir…dicen que desearían que su vida hubiera sido distinta…aun sabiendo que volverían a hacer exactamente lo mismo

Perdona por amarte tanto…de una forma imposible de explicar…y tal vez de recibir…