Si tuviera que
recordar
tu cualidad más
preciada,
para mí sería la voz
lo primero que señalara,
esa voz que ha traído
a mi alma tanta calma
Fuerza, empuje,
coraje,
y una lista interminable
que te hicieron tan preciado
al corazón de esta madre,
cierro los ojos, escucho,
y siempre creo notarte
No hay nadie que
comprenda
a mi alma
atormentada,
que se vuelca en las
personas
de valía y de casta,
y que encuentra en tu mirada
fuerza, verdad y nostalgia
Estos días de adioses
ya me tienen destrozada,
aunque quede la ternura,
los recuerdos y esperanza,
quisiera dejar mi
huella
en tu imagen que se escapa
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