Aunque sea de pasada,
tengo que resaltar el brillo especial en los ojos de los novios, la belleza que
irradia esa felicidad, la alegría de los familiares…yo, que no soy muy de bodas
y eso del matrimonio me produce una cierta zozobra, reconozco que estos dos
últimos años y eventos nupciales, me han conmovida y sobre todo ¡me lo he
pasado divinamente!
Estoy convencida de que
eso es una de las cosas más importantes de la vida, ser capaces de disfrutar. Si
además se consigue ser solidario, muchas de las expectativas del ser humano se
verían cumplidas
Ya veo que me voy
perdiendo en divagaciones. Pero…una familia que ya considero cercana…un aluvión
de gente joven y fantástica…da para reflexionar mucho.Todavía recuerdo cuando
hace mil años mis mayores repetían eso de ¡vaya juventud! Actualmente también
se dice. Sin entrar en polémica con el tema, testifico que allí había todo un
muestrario de chicas y chicos estupendos
Divertidos,
inteligentes, trabajadores…No voy a personalizar, pero en algunos momentos el
aire fresco de su impulso juvenil, me hizo recordar una vez más aquello de “otro
mundo es posible”
Bueno, que nada más.
Felicidades de corazón a la pareja del día. Gracias Cartagena. Dejo una foto
parcial de su Ayuntamiento, sin otra referencia que la belleza
Son la vida, las celebraciones. Sean de familia, propia o añadida, cercana o alejada; y, gustan, mucho, algunas veces, hasta muchísimo.
ResponderEliminarConoceremos a todos, pronto los apreciaremos, algunas veces hasta les dejaremos un bello recuerdo, y, ellos a nosotros...
La vida en si misma es ya una incógnita. Es cruel y fascinante a la vez. Las celebraciones pueden ser el camino más amable. Las vivencias compartidas (buenas, naturalmente), siempre gustan, sí.
EliminarCuando miramos a las personas con mente abierta, descubriremos aristas, pero también su lado más especial. Como bien dices…luego quedan los recuerdos…a veces incluso huellas indelebles, eso da sentido a la existencia
Gracias por tus palabras, bienvenid@