Buscar este blog

sábado, 16 de junio de 2012

En mi propio mundo

Metida en una habitación, despliego unas invisibles alas porque este mi reducto, no me oprime, no me asfixia, por el contrario este en como mi auténtico mundo.
Escucho música, son los coros de Carmina Burana, esta vez no estoy muy pendiente, pero de fondo, la fuerza de esa música se va imprimiendo en mi piel como una marca de agua
No se que pensaba hacer, ¡ah, si!, se me había ocurrido buscar los papeles que voy escribiendo y dejando aquí y allá. Pensaba encontrar algunos garabatos rápidos  y poco reconocibles que me recordaran algunos momentos dedicados a ti
Te iba a mandar algunas palabras que contaran el rugido de mi corazón cuando te echa de menos; las tinieblas que a veces invaden mi alma ante realidades que escapan a la cordura; la fuerza que después de cada batalla diaria, alivia mi cansancio cuando entro en el espacio propio de un pequeño habitáculo hecho de tejido de sueños…pero ante la fuerza de la música, las palabras se han ido por el laberinto de mi pequeña enajenación
Al hilo de la música se fue mi visión de nubes de ilusiones flotando a mi alrededor. No sabía si era tu el que estaba al otro lado, porque también había algún nubarrón al filo de los sueños (o de las pesadillas, que eso nunca se sabe)
Pero ambos intentábamos caminar por esas nubes disfrazadas, sin saber si nos encontraríamos o nos perderíamos en el laberinto
No hay tinieblas que no puedan iluminar las luciérnagas del amor y la aceptación…

No hay comentarios:

Publicar un comentario