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lunes, 2 de abril de 2012

Extraña semana







¿Semana extraña? O en realidad me empeño en ver cada día el mundo de manera diferente
Las sombras, pasan de nubes color de humo con formas quebradas y puntiagudas, a figuras luminosas de jade y de sueños de  ámbar
Los días previos al 29, estaba inquieta. Nunca dudé tanto en la conveniencia de hacer huelga o no. Este año sabíamos que los servicios mínimos iban a ser tales (otra veces han sido el 100 %). Dos días antes decidí que sí, con sus pros y contras tenía que manifestar mi sentir. Ya sabéis que no veo las noticas, pero lo poco que me llega me pinta el corazón de un negro azabache que por momentos me oculta la esperanza. Camino por la calle con la sensación de haber retrocedido 50 años, de que a la palabra solidaridad hay que reinventarla, con una nueva fuerza que arrincone al egoísmo. Llegan los servicios mínimos y me correspondía a mi en la tarde. Resignación. Me limité a eso, mínimos. La tarde fue tranquila, con un aire espeso atrofiando las ideas. Silencio y más silencio…
El domingo anterior el decorado fue bien diferente, me fui con mi nieta a Madrid a ver Pocahontas. Hacía mucho que no íbamos ya que es sumamente difícil encontrar actividades para niñas de 11 años. De hecho, le pareció todo tan obvio e infantil que me confirmó que el musical era para “peques”. Incluso dos canciones que cantaron como si fueran indias, mi niña me confirmó que en realidad eran canciones japonesas  (que ella había cantado en su coro). Podían dar el pego bien, y además ya se sabe, muchas veces las cosas no son lo que parecen
Mucha gente viendo a los mimos, (a mi nieta le da vergüenza ponerse delante por si le dicen algo); a los artesanos callejeros; el ambiente multi-color-racial-cultural de este Madrid grandioso. Ella al final optó (últimamente lo hace mucho) por la tecnología. Estuvimos un par de horas en Fnac. Juegos de habilidad e inteligencia que domina mejor que yo la cocina. Búsquedas diversas, montajes, dibujos…estuvimos en un departamento donde yo lo desconocía todo; algunas cosas me parecían fascinantes, otra absurdas. Mientras ella disfrutaba, yo entraba en una de las eternas dicotomías del ser humano. ¿Cómo elegir entre el blanco y el negro habiendo una gama de colores inmensa? Una parte de mi pensaba en lo extraordinario que sería dominar tanta tecnología, a que límites podría llegar con armas tan poderosas como incruentas (al menos en mis manos). Pero otros latidos en mi pecho marcaban otras notas muy diferentes…por un momento deseé estar lejos…en un lugar apartado…con las cosas más básicas e imprescindibles…guiándome por las estrellas, abrazando la tierra húmeda impregnada del olor refrescante de la hierba recién cortada. Pero…nos teníamos que ir ya. En realidad lo importante de ese día era que estábamos juntas. Regresamos. Seguimos el camino de baldosas amarillas para llegar al reino de la realidad…de la nuestra al menos
Nuevos programas informáticos en el trabajo. Supongo que es normal que nos congelen el suelo una y otra vez para poder pagar tanto cambio
Me recuerdo muy joven cuando leí “La Madre” de Máximo Gorki. Era la época en la que buscaba respuestas sociales y de alguna otra índole, a las incongruencias que presentía. La historia de aquella mujer me marcó…esa madre sin ideas políticas, solo con su gran amor maternal…tan grande que acaba comprendiendo…abrazando como suya una gran utopía. Lo da todo, incluso la vida (creo recordar que no quedaba aclarado, pero yo estaba convencida) . ¡Qué hermosa forma de morir! Eso me parecía entonces. Ahora lo veo diferente y trágico. Una vida humana no se puede arrebatar sin más. El dolor provocado tendría que desaparecer también sin más
Este fin de semana me animé la pintar la entrada de mi casa. Es muy pequeña y con eso todavía me atrevo. Tal vez quiera pintar, renovar algo más que unas paredes
 Mis ojos ven en mi rostro cansancio, dudas, arrugas y algo de temor. Pero también hay en ellos determinación, amor, aceptación y ese brillo ambarino de los sueños de nube. La semana termina…no sé si ha sido extraña o es mi mirada la que descubre cada día un nuevo mundo




2 comentarios:

  1. Volvoreta, siempre es un gozo leerte, y no sólo porque demuestras tener una cabeza muy bien amueblada sino porque (aquí reconozco mi deformación profesional) escribes muy bien.
    Deseo que esas paredes que vas a pintar te queden maravillosamente bien.
    quiero que sepáis que sigo en contacto con "Ventolín" a través de Marilina. No sé olvidarme de determinadas personas ni vivencias pasadas. Si lo hiciera, es como si yo muriera también un poco. Besinos asturianos. Minervina.

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    1. ¿Esas cálidas palabras van dirigidas a mí?. Me hace sentir extraña, que encima de tener esta válvula de escape para mis emociones, alguien piense que vale la pena
      Entro no solo para agradecerlo, también para comentarte que al final llamé a Marilina, sobre mediados de febrero creo; sí, hacia un par de semanas del fallecimiento de mi madre. Estaba muy serena, muy en su línea, pero me pareció que todavía no es del todo consciente de su ausencia
      Me comentó que a veces las hijas le leer algunos aportes del blog y lo disfruta, que muchas cosas no las conocía, que le hace feliz ver como le recuerda todo el mundo y no la importaría que se siguiera con amigos latinos
      Yo también entro algunas veces al blog, es algo instintivo, pero soy tan extremadamente racional, que comprendo la dificultad de realizarlo y no me gusta poner nada ya que me da la impresión de lanzar algo a un vacío que así se va a hacer más grande
      A veces me da el impulso de entrar y dar soluciones a ese deseo de mantener el espíritu de Vento en movimiento. Una, sería una convocatoria de todos los que lo desean, para verse personalmente, mirar como poder reactivarlo y ajustar digamos las líneas de actuación. Pero yo precisamente no dispongo de tiempo para hacer nada de eso, y sé lo difícil que resulta hacer algo entre muchas buenas intenciones de gente que solo tiene en común un pequeño puntito en el horizonte, aunque ese horizonte signifique mucho. Ni soy quien para decir a los demás lo que tienen que hacer. Me estoy embalando y no era mi intención. Ya sabes que siempre digo que las personas cuando ya no están, se hacen eternas en el corazón de los que le recuerdan
      Yo también tengo en el mío al amigo que me ayudó a volver a escribir y a no tener temor a enseñarlo
      Un abrazo querida mía, sigue teniendo esos sentimientos

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