A veces…me pregunto si
la visita de la tristeza llega a todas las casas
La infancia marca la
vida al ser humano con todas sus consecuencias
A veces, algo
considerado festivo como una boda…marca el inicio de esa vida tan inesperada
como inhóspita visita
Los niños nunca
deberían crecer con la tristeza. Es necesario una buen alimentación, una
educación adecuada, sí. Pero es imprescindible la alegría.
A veces, ésta pasa de largo demasiado a menudo. Y es la “otra”, la que
habita los espacios más concurridos de la vida familiar
Ni el paso del tiempo. Ni los cambios de situación. Ni el esfuerzo
tremendo del día a día consiguen enterrarla del todo.

El tiempo ayuda, el esfuerzo también. Pero hay familias, hay casas, hay
seres humanos, que viven intermitentemente instalados en la tristeza
KERO, me identifico bastante con el último párrafo de tu escrito. Si además te digo que hablé ayer con Marilina de nuevo, compruebo que no soy yo sola, lo cual acompaña y, al mismo tiempo, cabrea más. Abrazos a los dos. Minervina.
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