Sin fotos

Hace un par de días entré para hacer una parte del papel que llevo a cabo con la intención de al menos salvar una vida…felina. Los trámites siguen y me siento satisfecha por ello

Pero hay satisfacciones que no pueden durar mucho, ya que las circunstancias hacen que te des cuenta una y otra vez de tu pequeñez, y de tu poca capacidad de salvar…casi nada

Ese mismo día, y dentro de mi ritual de ver algún noticiero de tarde en tarde por comprobar si el mundo sigue en su sitio…pues eso, una vez más, mi optimismo y ganas de aportar granitos de arena se vio vapuleado por la realidad

Sabia de la nueva hambruna en África, de la imposibilidad de que los donativos, los productos básicos lleguen a sus destinatarios. Es duro saberlo y quedarte cómodamente en tu casa por no tener más capacidad de acción, pero verlo…han pasado dos días y cuesta dormir sin que se pongan ante tus ojos las imágenes de dos pequeños arrastrándose por el suelo a causa del hambre y la polio; su única esperanza: una muerte rápida y piadosa

Y luego…a continuación, sin dar tiempo a reaccionar, cuentan la visita del papa con toda la parafernalia que eso conlleva, incluida la presentación de unos rollos de papel higiénico en blanco y amarillo, patético hasta el infinito No quiero faltar al respeto a nadie, no quiero molestar, solo que como no sé que hacer con tanta frustración, la dejo aquí, igual que las cosas alegres que me hacen seguir adelante

Hoy es un poquito más difícil, mañana amanecerá de nuevo…al menos en el primer mundo