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lunes, 17 de enero de 2011

La Golondrina

Oí esta esta bella canción por primera vez en un magnífico western de Sam Peckimpah titulado "Grupo salvaje"..y me engancho además del film, otra de mis filias cinematográficas.

La canción fué  compuesta en 1862 por NARCISO SERRADELL SEVILLA, autor que gozó de una vida envuelta de aventuras, nacido en Alvarado, Veracruz.
Transcurre el año de 1862, cuando injustamente México es intervenido por los franceses. Para esto los liberales al mando del Gral. Ignacio Zaragoza, junto con sus generales Miguel Negrete, Juan N. Méndez, Felipe Berriozabal y Porfirio Díaz en nombre de Juárez se prepararon en Puebla para recibir con la bayoneta desenvainada al ejército más poderoso del mundo.
En el siglo XIX el águila representaba el carácter militar de un país que luchaba por su autonomía bajo las armas francesas. La diferencia del águila, se encuentra en la golondrina, una avecilla, que fue inspiración de poetas y músicos, muestra sensible y poética de lucha, que exigía su libertad.

En esa época Narciso lo expresa con dicha canción, joven inquieto que había hecho popular su canción volviéndose así una profecía.
Pero al saber del llamado de los liberales, se enlistó como soldado para defender a su país el 5 de mayo. Lamentablemente en plena batalla fue hecho prisionero por los suavoz y expatriado a Francia, por consiguiente su canción al saberse de la pena de Serradell todos sus compañeros amigos y soldados la entonaban para recordar el heroísmo de esos jóvenes que junto con él iban a la muerte.
Serradell al ser prisionero y para olvidar su fatal desenlace, se dice que la cantaba junto a sus compañeros en prisión.
La golondrina, guarda un secreto, ya que al parecer, el autor escondió, en un acróstico su dedicatoria Al objeto de mi amor, se entiende que la palabra objeto en el siglo XIX no se refiere a cosa, si no hacia quien va dirigido.
Es curioso saber que, cuando Porfirio Díaz en 1911, intervino en aquella lejana batalla, partió de Veracruz hacia su exilio en Paris, se dice que resonaron los cánticos de estas estrofas de aquel soldado que lo acompañó con su melodía en el combate con los franceses y ahora en dicha canción dentro de su recuerdo lo despedía como un militar anciano despreciado, que junto a la gente que lo siguió, le brindaban su adiós Ave querida, amada peregrina mi corazón al tuyo estrecharé, oiré tu canto, bella golondrina, recordaré mi patria y lloraré.




 

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